Taller #22: El Juego de la Vida: Hacia la construcción de la autoconsciencia y la convivencia social.

Tuve la oportunidad de asistir al Simposium de Educación en el ITESO, en el que el tema principal de mi taller era construir la autoconsciencia en los niños.
Nos encontrábamos 14 personas: 2 hombres y 12 mujeres inscritos en el taller, de las cuales 3 compañeras de mi generación coincidimos, y los demás eran personas ya graduadas y ejerciendo su profesión en educación.
Comenzamos con la actividad de presentarnos cada uno con la finalidad de conocer un poco más sobre las personas con las que íbamos a estar 3 días conviviendo, pude darme cuenta que todos los presentes estábamos enfocados en la educación pero en distintos ámbitos: en administrativo, en preescolar, en primaria, en secundaria y hasta bachillerato.
Después iniciamos con un poco de teoría con la finalidad de que estuviéramos en sintonía sobre el tema. La Autoconciencia es conocernos a nosotros mismos, reconocer nuestros propios estados de ánimo, nuestros deseos, nuestras propias emociones y poder trabajar en ellas, nuestras virtudes y nuestros puntos débiles. Pero el ser conscientes de nosotros mismos, es un proceso que dura toda la vida porque nunca nos conocemos al 100%, por lo que nos presenta un programa que creó la CASEL llamado “EL JUEGO DE LA VIDA” que es un programa integral que enseña a los niños de 8 a 12 años, a reconocer su potencial y profundizar sobre su desarrollo, porque si los niños comienzan a crear esta autoconciencia que es un tema que normalmente no les enseñan, pueden llegar a lograr:
-Ser conscientes de sí mismos
-Responsables sobre sus acciones y sobre la toma de decisiones
-Autogestionar: ser capaces de establecer sus tiempos y sus esfuerzos.
-Tener conciencia social
-Establecer habilidades de relación con el otro
Realmente son cosas que muchas veces, nosotros como adultos las hacemos inconscientemente, y no nos ponemos a analizar cuál es el efecto que traerá la acción que realicemos, por lo que me pareció muy interesante el programa que busca que los niños comiencen a tener esta autoconsciencia desde temprana edad para que en un futuro, sean conscientes de sus acciones.

Proseguimos a una actividad en la que a cada participante nos entregaron una cartulina, en la que de manera libre (dibujo, escrito, collage, etc.), teníamos que expresar qué es lo que deseamos en nuestra vida, nuestras metas, nuestros sueños, nuestras ambiciones. El objetivo era plasmar la consciencia que tenemos de lo que queremos lograr a lo largo de nuestra vida.
Esta actividad fue la que más me llamó la atención porque a la hora de compartir nuestros trabajos con todo el grupo, era muy notorio primeramente la diferencia de edad de mis 3 compañeras a las de los otros 11 participantes, ya que nuestras metas eran relacionadas con: casarse, formar una familia, tener trabajo, tener una casa propia, terminar nuestra licenciatura, etc. Y las de los otros participantes eran relacionadas con: mantener el matrimonio, mantener la familia, mantener el trabajo, etc. Por lo que me pareció muy importante resaltar que dependiendo nuestra edad, nuestra cultura, hasta nuestro nivel económico van cambiando nuestras metas y deseos. Por ejemplo también una persona entre sus deseos mencionó conocer la playa, otra tener un celular; cosas que nosotros ya tenemos estipuladas como “normales” y no como un deseo, pero para otra persona es lo que más quiere. Es ahí cuando tenemos que nosotros empezar a valorar lo que tenemos, porque muchas veces pensamos que como vivimos nosotros, viven todos los demás, pero realmente somos muy afortunados en poder asistir a una universidad privada, el tener un celular, una computadora y hasta el conocer la playa.

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